MARRUECOS

El país que me vio nacer y en el que viví mis primeros 18 años. Afortunado es la palabra que mejor define a los de mi generación que tuvimos la suerte de vivir esos maravillosos años en un país muy próximo geográficamente a España pero con grandes diferencias culturales, ahí nuestra suerte.

De Marruecos, puedo decir que es el país que mejor conozco del mundo, sus idiomas, su cultura y todas las ciudades del país las he recorrido más de una vez.

Aquí empezó todo. En mis años de estudio en la facultad de económicas en Málaga donde residía y vivo desde entonces, cada vacaciones iba a mi Casablanca natal a ver a mis padres que aún residieron 10 años más.

Un petate, los pelos largos y a la aventura. Con 18 años cogía un autocar luego el barco pasaba la frontera española y marroquí, tomaba un taxi en la frontera para ir a Tetuán y luego otro transporte a Casablanca. Así años. Habré pasado desde que nací unas 300 fronteras a lo largo de mi vida.

Luego empezaron los viajes en coche con mi amigo de infancia Jorge Soler, otro economista de Marruecos donde cada año recorríamos el sur de Marruecos (aún lo seguimos haciendo) por pistas polvorientas, pequeños pueblos y aldeas remotas. Algo después empecé a llevar amigos a Marruecos…. hoy sigo haciendo lo que me gusta VIAJAR.

Marruecos ha cambiado mucho desde mi infancia, hoy es un país con muy buenas carreteras, mucha oferta hotelera y abierta al turismo. Pero aún mantiene en las zonas rurales ese ritmo lento, pausado y donde el tiempo parece discurrir a cámara lenta.

Ciudades imperiales como Rabat, Meknes, Fez y Marrakech son la esencia del turismo, esta última conjuga tradición con modernidad, lujo y servicios de primera.

El Rif, el Atlas, sus playas y el desierto de Merzouga son otros de los muchos argumentos para visitar este país …. de nuestra mano.